Nunca termina de conocerse una ciudad como Londres. Por muchas veces que se visite, la capital británica guarda sorpresas tanto para la tercera como para la décimoquinta visita.
Desde sus museos y galerías, hasta sus parques, sus mercadillos callejeros, sus cafeterías y sus teatros; sus mil opciones de ocio y descubrimiento brindan infinitas oportunidades de conocer Londres muy distintas. Esta inabarcable metrópolis tiene alternativas para todos los gustos y en esta tercera visita, decidimos alejarnos un poco de los focos más turísticos e investigar algo más el Londres de los londinenses.

Aunque aún existen muchos puntos por visitar -y muchos que nos quedaron pendientes-, estas fueron nuestras opciones para esta ruta alternativa.
La gastronomía de mercadillo y el Fish&Chips
Hay veces en que basarte en las tipicadas del lugar pueden crearte una ruta de lo más alternativa. En cualquier sitio que visito siempre soy fan de probar la gastronomía local, pero Londres es un sitio complejo para conseguirlo. Sus mil cadenas de comida y el frenesí de la ciudad te invitan a convertir la comida en un trámite: la mera satisfacción de una necesidad básica para poder continuar en ruta.
Sin embargo, acostumbrada a viajar con el sentido del gusto incorporado, decidimos disfrutar de la gastronomía local más estereotípica. Y la reina de este concepto es, por supuesto, el Fish&Chips.

Al entrar en el establecimiento de Ben’s Fish&Chips y ver las mesas repletas de ingleses nos convencimos de que era el local adecuado. El menú, por 9,95£, incluía cod (Bacalao) fresco, con acompañamiento de patatas, ensalada y bebida. Pese a no ser una gran amante de este pescado en particular, ni de la fritanga en general, he de decir que este plato me sorprendió enormemente, ¡y para bien!

Una vez probado este típico plato británico y aprovechando el tiempo veraniego, el resto de días nos decidimos a disfrutar no solo de la comida, sino también del ambiente callejero de sus mercadillos. En largas mesas corridas o tiradas en el césped, compartías la comida con gente de aquí y de allá. Cada persona con un box de un puesto diferente: hoy comida tailandesa en Brick Lane, mañana una quiche y una tarta de queso en Broadway Market y al día siguiente una hamburguesa en Portobello Road. Sentarse cómodamente en un restaurante está sobrevalorado, y más en un lugar como Londres, donde los puestos de comida abundan y los días de sol escasean.

Pendiente para la próxima visita:
- El té de las 5
Londres para muggles y cinéfilos
Como reconocida fanática de la heptalogía de J.K. Rowling, mi primera y auténtica obsesión al visitar Londres desde una perspectiva de ficción, sería ubicar los lugares y elementos que sirvieron de inspiración para este mundo mágico.
Las referencias a Harry Potter se encuentran esparcidas por toda la ciudad de Londres y, prácticamente, allá donde vayas, encontrarás similitudes entre su cinematografía y la realidad.

Por nuestra parte, visitamos la conocida estación de King’s Cross St. Pancrass, donde se puede encontrar el carro de Harry encajado en la entrada al andén 9 y 3/4. Al mismo tiempo también podrás ver una larguíiisima cola, que incluso sale de la estación y que puede durar unos 45 minutos tranquilamente. En este punto dejo a cada uno la libertad de decidir cómo invertir su tiempo.

Además, la lluviosa mañana que pasamos en el British Museum nos descubrió otra cosa. Ahí se encuentra el ajedrez de Lewis, con sus características piezas color marfil, representadas con rasgos humanos. ¿Os resulta familiar? Si eres de aquellas personas capaces de reconocer el símbolo de las Reliquias de la Muerte, estoy segura de que también encontrarás las similitudes entre este ajedrez y aquel al que se enfrentaron Ron, Hermione y Harry en el primer libro, en su búsqueda de la Piedra Filosofal.

Más allá de esto, recorrer el centro de Londres implica atravesar los escenarios que aparecen en las películas. Sin embargo sí que hay una experiencia más que, aún sin ser explícitamente de Harry Potter, no pudo hacer otra cosa que traerme a la memoria la 3ª película. Esto fue el viaje en el típico autobús rojo de dos plantas. Todos sabemos que no se trata del autobús Noctámbulo, pero viajar en la parte delantera de su parte de arriba, nos lleva a pensar en ocasiones que estos autobuses se reducen para encajar en esos pequeños carriles. Cualquiera diría que se trata de… magia.
Un mapa con 16 lugares de película en Londres que deberías visitar
Pendiente para la próxima visita:
- Estudios de Harry Potter
De market en market
Si algo tiene de bueno visitar Londres en verano es el hecho de poder disfrutar de su arte callejero, sus olores a mil gastronomías y sus cientos de puestos de artesanía.
Nosotras visitamos 3 markets londinenses, cada cual de su padre y de su madre. Aunque lo que merece la pena es vivirlos, aquí va una pequeña descripción por si quisierais escoger alguno.
Brick Lane

Las características casas de ladrillo que dan nombre a Brick Lane son, precisamente, las que le confieren ese carácter hipster y alternativo a esta calle en pleno barrio de Shoreditch. Con paredes enteras repletas de graffitis de mil colores, esta zona hace las delicias de quienes somos amantes de fotografiar el arte callejero.


A medida que vas avanzando por la calle encuentras dos tipos de puestos eminentemente: las tiendas vintage, que te entrarán por los ojos, y los puestos de comida, que conquistan por olfatos y sabores. Además allí se encuentra el famoso local Beigel Shop, abierto 24 horas, donde es obligatorio probar uno de sus bagels rellenos -¡pendiente para nuestra próxima visita!-.

Merece la pena perderse entre sus tiendas y callejear por los alrededores, ya que en la esquina menos sospechada puedes encontrar desde una alucinante boutique de cupcakes y tartas de color arcoiris, hasta una librería de ensueño o un mercado de artesanía, como el llamativo Backyard Market.

En una de las calles cercanas, encontramos, por ejemplo, una tienda con la mayor colección de vinilos que he visto en mi vida. Brick Lane es el lugar ideal para perder las horas perdiéndose.

Broadway Market

Entre el parque de London Fields y el Regent’s Canal, se encuentra los sábados este mercadillo en la calle que le da nombre. Entre bajas casas de ladrillo, con llamativos toldos de colores, se disponen en fila y muy ordenados una gran cantidad de puestos callejeros.

Hay que decir que este mercadillo en particular debe disfrutarse con los ojos, pero sobre todo con el sentido del gusto, ya que hay una gran presencia de puestos de comida, ¡y no de cualquier tipo! Puestos de mermeladas ecológicas, quesos, quiches y mini pizzas, tartas de carne y todo tipo de pasteles y cupcakes mezclan sus olores en el ambiente y dan hambre y gula a partes iguales. La comida de calidad y con carácter es la firma de este mercadillo, así que no dudes en acudir con hambre a la cita.



Aunque no todo es comer; también se pueden encontrar puestos con encanto con libros de diferentes temáticas muy rebajados o incluso cremas artesanales o creativas postales con juegos de palabras. Si acudes por la mañana no dudes en comer en este coqueto mercadillo y reservar parte de la tarde para dar un paseo por el Regent’s Canal.

Portobello Market

Vale, es cierto. El mercadillo de antigüedades del barrio de Notting Hill quizás no sea la opción más alternativa de Londres. Sin embargo, como fue mi primera visita a esta zona y contrastaba tanto con las anteriores, me ha parecido adecuado incluirlo.

Si Portobello Road ya tiene un carácter peculiar con sus estrechas casas de colores pastel, verla repleta de sus coquetos puestos de antigüedades no tiene desperdicio. A lo largo de toda la calle pueden encontrarse puestos de libros antiguos de páginas amarillentas; relojes de pie, de bolsillo y de pared que parecen de principios de siglo XX; elegantes máquinas de escribir y teléfonos de rueda, así como un largo etcétera de virguerías que ocupan las miradas de los viandantes.



Las tiendas de ropa vintage de la zona le dan el toque moderno, y los músicos callejeros armonizan y endulzan la visita por esta larga calle de tonos pastel.

Pendiente para la próxima visita:
- Columbia Road Flower Market
Like a Londoner
Dalston Eastern Curve Garden & Rooftop Park

En esta última visita descubrimos dos de los secretos mejor guardados del popular barrio de Hackney. La suerte quiso que mi amiga trabajase a cinco minutos de uno y a 3 plantas del otro, por lo que tuvimos la ocasión de disfrutar de los dos lugares perfectos para tomar algo y relajarse del bullicio londinense.

Para encontrar Dalston Rooftop Park, no podrás guiarte por indicaciones. Tampoco por ningún edificio o elemento destacado: lo único que te indicará que estás en el lugar adecuado es la larga cola que verás salir del portal. En este exclusivo local de moda, podrás ver en directo a grupos conocidos, bailar música electrónica mientras se pone el sol u observar el atardecer con una buena panorámica sobre la ciudad de Londres. [Lo siento, no tengo fotos desde arriba]

Por otro lado, a pie de calle y al lado de un mural de graffiti gigante, se encuentra la entrada a Dalston Eastern Curve Garden. Nada más entrar te dará la impresión de estar entrando en un invernadero al aire libre. Este jardín secreto, oculto a las miradas de los viandantes, adquiere el ambiente tranquilo y acogedor de un backyard, permitiendo escapar de la realidad, hablando, conociendo a gente nueva y -¿por qué no?- practicando un poco el inglés, con un marcado acento británico.
Ballie Ballerson

¿Quién no ha soñado con la sensación de lanzarse de nuevo a una piscina de bolas? En Londres no solo existe esa posibilidad, sino que hay un local donde, además de tomarte una copa y bailar, puedes dejar tus preocupaciones atrás, dejándote engullir por la infancia de nuevo entre bolas de plástico y luces de neón.

La adrenalina y los recuerdos se mezclan y la gente vuelve a jugar como niños, aunque ojo, que lo hacen con fuerza de adultos. Por tanto, cuando salgas de la ensoñación de los cumpleaños que has pasado jugando en piscinas de bolas en tu infancia, prepárate para atacar, porque en Ballie Ballerson, ¡esto es la guerra!
Pendiente para la próxima visita:
- Ver un musical en Londres