En una ciudad como París salirte de las rutas preestablecidas es complicado. Después de haber sido ametrallados con fotos turísticas de nuestros conocidos e imágenes de películas, hay tantas cosas que queremos ver por fin con nuestros propios ojos que no queda tiempo para improvisar.
Aun así, si esta va a ser vuestra segunda visita o tenéis más días que un finde para descubrir la ciudad del Sena, aquí os dejo 5 lugares recomendables para visitar y, sobre todo, para disfrutar.
Cementerio Pere Lachaise
Resulta irónico plantearse visitar un cementerio en una ciudad con tanto encanto como París, pero es que Pere Lachaise no se queda corto. Este enorme camposanto, al que se llega a través de la parada de metro con el mismo nombre, guarda dentro de él más de una sorpresa y es que, aparte de su bucólica y pausada belleza, Pere Lachaise alberga las tumbas de un centenar de personas conocidas en el mundo entero.
Entre ellas destacan personalidades como el periodista Honoré de Balzac, al pintor Modigliani, a la cantante Edith Piaf, al escritor Charles Dickens. Pero, sin lugar a dudas, la joya de la corona es Jim Morrison, ya que su tumba se convirtió durante un tiempo en lugar de peregrinación para todos aquellos fans que comulgaban con su estilo de vida (drogas, sexo y rock&roll!) y, allí mismo, hacían homenajes al más puro estilo del guitarrista. Por ese motivo en la actualidad la tumba permanece vallada y vigilada.



Así pues, plantearos integrar esta parada en vuestra ruta. A la entrada del cementerio encontraréis un panel con la ubicación de cada tumba: mi consejo es que os creéis un recorrido y tratéis de encontrar las de aquellos que más os interesen. Algunas no están nada fáciles, pero la ventaja es que buscándolas os perderéis por Pere Lachaise y hasta eso merece la pena en este original y precioso camposanto.
El París de las letras

Paseando entre las callejuelas de esta ciudad puedes encontrarte mil cosas, pero una de las que más nos fascinó fueron sus librerías. La más representativa es Shakespeare&co, a orillas del Sena y con vistas a Notre Dame. Este local guarda en su interior una enorme colección de libros (en su mayoría en inglés) y estancias, separadas por estanterías o escaleras. Esta librería de ensueño proporciona además diferentes rincones para los lectores escondidos por toda la tienda. Así que, si te gustan los libros y el olor a papel, esta debería ser otra de tus paradas obligatorias.

Además, como extra, nosotras encontramos otro pequeño establecimiento, escondido y abarrotado de libros hasta los topes. A cada paso que dábamos dentro de esta minúscula librería se volvía más complicado avanzar, y hay que decir que no es apto para claustrofóbicos, pero es que la amabilidad de su dueño, los millones de libros que había en esos pocos metros cuadrados y el café gratis lo pusieron a la altura de la anterior librería. Por si os interesara encontrar también esta otra perlita letrada de París, la librería se llama The Abbey Bookshop y se encuentra en la Rue de la Parcheminerie, 27-29.
Atardeceres parisinos

La capital francesa no se caracteriza precisamente por sus bajos precios, pero existen ciertas experiencias que se pueden realizar gratis y con el único coste del tiempo y la paciencia. Entre ellos se encuentran los atardeceres de esta mágica ciudad, envuelta en una niebla de polución constante que, sin embargo, da un color especial a sus puestas de sol.
Estos momentos serán diferentes dependiendo del lugar, la época y el día, pero aquí os propongo tres lugares que nosotras visitamos al atardecer y uno que nos recomendaron y nos quedó pendiente.
- Ile de la Cité. Desde el extremo de este islote donde encontramos la Square du Vert-Galant podremos observar los tonos rosáceos del atardecer parisino reflejándose sobre el Sena. Los Batobus que circulan constantemente por el río terminarán de completar y protagonizarán una imagen idílica de la capital francesa.
- Champs de Mars y la Torre Eiffel. Cualquier perspectiva que incluya la Torre Eiffel mejorará directamente ya que, nos guste o no, no hay monumento más representativo de la ciudad. Aléjate de las hordas de turistas, colócate en un lugar lo más apartado posible y disfruta del sol descendiendo por esta icónica construcción.
- Montmatre y el Sacre Coeur. No podía faltar una imagen de París atardeciendo desde las alturas y para eso uno de los mejores lugares es la famosa basílica del barrio de los artistas. Aun así, un consejo: nosotras subimos hasta el Sacre Coeur para disfrutar del ocaso viendo toda la ciudad, pero había tantos turistas que nos resultaba imposible, así que tomamos una decisión. No nos paramos y paseamos durante la puesta de sol y, gracias a eso, conseguimos diferentes perspectivas de este barrio y su basílica bajo la luz del atardecer. No pudimos ver el sol cayendo sobre París, pero sí sacar una de nuestras mejores fotos del Sacre Coeur.
Como recomendación final, varias personas nos mencionaron la torre de Montparnasse, pero nos quedó pendiente para una próxima visita. Es de pago, pero según nos dijeron merecía la pena, así que si vais y lo comprobáis, contádmelo sin falta!
Le mur des je t’aime
Callejeando por Montmatre nos toparemos con un elemento que hace honor al carácter romántico de París. Un muro de color azul llama nuestra atención tanto por su color como por la cantidad de palabras escritas sobre ella y lo mejor es que tienen un significado común. Le mur des je t’aime solo puede significar una cosa y es que contiene la frase ‘Te quiero’ escrita en diferentes idiomas de todas partes del globo.
I love you, je t’aime, Ti amo, Ich liebe dich, Szeretlek… Este rincón le hace un pequeño homenaje a una ciudad protagonista de tantos romances y besos de película. Encontrárselo paseando por la parte baja de Montmatre conseguirá sacarnos una sonrisa, y ahora más aún, ya que delante de esa pared veremos, muy probablemente, cientos de selfies en proceso de creación.
Los bares ocultos y sus secretos
Este punto ya quedó desarrollado en el artículo con ese mismo nombre, pero no puedo dejar de destacarlo en esta lista fuera de ruta. París es una ciudad que enamora con sucesivos flechazos a medida que se le conoce, pero es tan encantadora por fuera como misteriosa por dentro.
Los bares ocultos fueron uno de nuestros descubrimientos y es que le dan a la capital francesa un toque divertido, tratando de localizar los establecimientos escondidos tras cafeterías, lavanderías y todo tipo de establecimientos tapadera.
Como podéis ver hay muchas cosas más allá del París que conocemos todos desde fuera de sus fronteras, y siempre quedarán muchas más por descubrir. Lo bueno es que muchas de las sorpresas que puede darnos esta ciudad no cuestan ni un euro, y los lugares y momentos más especiales los encontraremos lejos de las avalanchas de turistas. Y es que, al fin y al cabo, siempre nos quedará París 😉
Bonita entrada… y es que París…
Me ha hecho recordar … otra librería que me perdí pues no sabía que existía y topé con ella en un artículo que visité tras una nota de periódico en un escaparate…
Mirad que curioso.
http://lofficiel.es/cultura/asi-la-creadora-la-primera-libreria-viajes-paris/
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Qué bonito el artículo y la historia de Catherine Domain. Me ha quedado pendiente entonces descubrir esta librería de viajes, tocará volver a París me temo… 😛 Gracias Pepa por compartirlo y por leerme! 🙂
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